Podría comenzar el post contando que David Berman, frontman e ideólogo de Silver Jews, es un grandisimo genio, un compositor de los que prácticamente no quedan, un letrista dotado de un inmenso talento además de un finisimo sarcasmo, podría empezar contando que es hijo de Richard Berman, una figura bien conocida en los más altos círculos de poder de Washington D.C. al cual el bueno de David repudió públicamente por apoyar el negocio de las armas y otros igual o más reprobables. Podría empezar el post acordándome de toda su familia por abandonar la música para dedicarse a la literatura. Podría empezar este post de muchisimas maneras.
Pero no lo voy a hacer, lo voy a comenzar diciendo que me parece una auténtica vergüenza que se me haya pasado publicar este disco aquí, ya que estamos hablando de una maravillosa obra maestra, una impresionante colección de canciones que acompañan a unas letras absolutamente increíbles (es imprescindible seguirlas bien, y si no controlas el idioma de Shakespeare a la perfección o bien te cuesta comprender la pronunciación del señor Berman, siempre puedes seguirlas aqui).
Simple y llanamente, me parece uno de los mejores discos que he escuchado nunca.
En serio, no entiendo cómo no ha aparecido antes publicado en el blog.
No perdáis más tiempo de vuestras vidas sin la compañía de David Berman y su imaginario, seguro que sentiréis un enorme placer al haberlo conocido.
Tic, tac, tic, tac...
Conozca a Mr. Berman aqui
COMPRAR (crujiente vinilo)
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Acabo de ver que ya te había agregado.
ResponderEliminarMe animas a escuchar esta banda, siempre le he tenido ganas.
Me gusta mucho cómo empieza la entrada.
Salud-os
Muchisimas gracias!.
ResponderEliminarSilver Jews eran una grandisima banda con unas grandisimas letras.
Un saludo!.