jueves, 4 de marzo de 2010

Ry Cooder [Chavez Ravine] 2005



Hay historias que merecen ser contadas y merecen ser recordadas. La que cuenta "Chavez Ravine" es, sin lugar a dudas, una de ellas.

Ry Cooder es uno de mis músicos favoritos. Absoluto genio multiinstrumentista, guitarrista sobresaliente y estudioso CUM-LAUDE del sonido fronterizo y de las músicas del mundo en general. Cuenta la leyenda que Cooder le enseñó a unos influenciables Rolling Stones allá por finales de los 60 mucho de lo que saben sobre las diferentes afinaciones abiertas de la tradición musical norteamericana.

Dentro de sus trabajos más memorables, se encuentran la música de esa obra capital del séptimo arte llamada "Paris, Texas", "Chicken skin music", "Talking Timbuktu" (a medias con el gran Ali-Farka Toure, disco que explora las raíces africanas del blues, y 100% recomendable), y sobre todo, la dirección musical del imprescindible "Buena Vista Social Club".

Hablamos de un talentoso investigador, de un creador con un estilo inconfundible a la hora de tocar la guitarra (sea acústica, dobro, slide, eléctrica), y de alguien que nunca hace algo por hacer.

"Chavez Ravine" es un álbum conceptual que cuenta la historia de un barrio de Los Ángeles habitado en su mayoría por mejicanos, que fue demolido en el año 1950 con la promesa de construir viviendas sociales que nunca llegaron. Lo que sí llegó fue el nuevo y flamante estadio de los Dodgers, dejando a toda esta gente junto con toda su historia, en el total y absoluto olvido. Cooder descubrió el precioso trabajo fotográfico que hizo Don Normark retratando las gentes y la cotidianeidad de aquel barrio lleno de vida y de historias que contar, recordó la leyenda de Chavez Ravine (de joven, él vivía en un barrio aledaño), ese microcosmos habitado por buscadores del tan manido sueño americano dentro de esa vorágine despiadada que es Los Ángeles, y se puso manos a la obra, creando una maravillosa obra maestra para que este barrio y sus gentes no cayeran en el olvido, que sus voces permanecieran resonando, que sus historias siguieran contándose de padres a hijos, de abuelos a nietos, de amigos a amigos...

Mucha gente ha denominado este disco como una "ópera tex-mex", pero yo creo que es algo mucho más sencillo y bonito: es la memoria de un grupo de personas que fueron desterradas, olvidadas, devoradas por el gran monstruo del "progreso", es un testimonio grabado en piedra de su folklore, de sus vivencias, de lo bonito y lo feo del día a día dentro de un barrio de gente humilde.

Rodeándose de músicos como el grandiosísimo y ya fallecido Lalo Guerrero (el que no se emocione con su interpretación de "Barrio Viejo", sencillamente no tiene corazón), Chucho Valdés, Flaco Jiménez o Jim Keltner, Ry Cooder contruyó una obra redonda, tierna y dura por momentos, pero sobre todo, inolvidable.

Si hay un disco que te transporta a un tiempo y a un lugar, haciendo que hasta puedas oler las calles de un sitio, es este, sin lugar a dudas.

Bienvenidos a 1950, bienvenidos a Los Ángeles, bienvenidos a Chavez Ravine.

Descarga: Rapidshare.

Myspace: http://www.myspace.com/rycoodermusic

COMPRAR.

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