Hablar de Alejandro Escovedo es hablar de un obrero de la música, de alguien que ha tenido este oficio durante toda su vida, de un trabajador de la canción, de uno de los más grandes talentos que ha dado la música norteamericana en las últimas décadas y que sin embargo, no goza de todo el reconocimiento a nivel popular que debiera (aunque músicos como John Cale, Jayhawks, Steve Earle, Lucinda Williams o Son Volt le rindieran pleitesía en "Por vida", un disco tributo a su enorme cancionero).
Nacido en Texas, de padres mejicanos, Escovedo creció rodeado de música y de músicos, estuvo siempre expuesto a todo tipo de melodías, canciones, emisoras de radio, conciertos, etc…por lo que no es de extrañar que decidiera hacer lo suyo y llevar su vida por estos derroteros.
La discografía de Escovedo es bien amplia, aunque yo me decido por "A man under the influencie" como su álbum más completo, siendo el resto de su obra por supuesto aconsejable.
Escovedo se mueve con absoluta elegancia y saber hacer por los terrenos de la música puramente norteamericana, hereda las maneras de grandes como Townes Van Zandt, Springsteen en su mejor época o el inolvidable Gram Parsons.
Escovedo es capaz de ponerte los pelos de punta en temas como "Wave", ese inmejorable inicio de disco y uno de esos temas que siempre me dan escalofríos cada vez que lo escucho, es capaz de transmitir amor y ternura con "Rosalie", capaz de hacerte bailar con "Castanets" o de hacerte sentir una pacífica melancolía con "Wedding day".
Se disfruta tanto de "A man under the influencie", todo es tan claro y cristalino, tan sincero, tan bien hecho, tan bonito. Es otro de esos discos donde nada falla y donde nada sobra.
"A man under the influence" será otra de esas pequeñas grandes joyas dentro de tu discografía, un disco que goza de una belleza pacífica y serena que siempre da gusto escuchar.
GRAN GRAN GRAN pero que GRAN CATEGORÍA.
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Discazzzo!!!
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